Habitamos en un devenir, lo opuesto a lo estático. Saber que estamos “In Progress” nos identifica con una concepción dinámica de la realidad. “In Progress” promueve el intento de manipular los efectos de las composiciones, de desafiar los colores, de despertar las proporciones y estar receptivos ante lo inesperado
TCC propone 4 gamas de color: Folk Freak, Chain Reaction, In Data & Toy Over.
Partimos de lo tradicional, lo que nos define e identifica para reinventarlo. Folk Freak es una gama intuitiva, expresiva, tribal pero irreal. Es un espacio creativo sin continente de referencia. Es un FOLK QUE NO TIENE PAÍS.
La tejeduría está trabajada a la manera artesanal pero en complejos procesos industriales. Los materiales adquieren relieve. Hay fibrosidad en las texturas. Reinterpretamos los patterns conocidos con un fuerte contraste cromático para modernizarlos y dinamizarlos. Nuevas geometrías tipo enrejados. Surge la flor plana tamponada.
En arquitectura, hay descontextualización de patrones ya conocidos. En un paso más de la globalización, usaremos lo que nos resulte interesante de las más diversas culturas en cualquier parte del mundo.
Los productos industriales son tratados de forma artesanal, materiales nuevos con procesos tradicionales o rurales. A partir de los objetos urbanos, reciclamos y les damos otra vida.
Desaparece el bicolor y llega la multiplicidad, usaremos múltiples combinaciones cromáticas en un mismo espacio.
Es tiempo de reflexión, de poesía, de ir a lo esencial. Ahora toca observar, redirigir la mirada. Es momento de pausa, una pausa activa e intelectual.
Redescubrimos la madera como gran protagonista en los objetos cotidianos. Es cálida y de calidad.
En automoción veremos tonos metalizados de grises y verdes. Flops suaves y partículas muy pequeñas.
Lo informático no es inhumano sino amigable. Los colores que vemos tienen un interior, una vida propia que todos vemos de forma diferente, que nos conecta con algo nuevo. Es una nueva mirada al planeta.
Reinterpretamos la elegancia a partir del color. Las fibras del tejido se expresan como hilos conductores y redes comunicadoras.
Prenda protectoras: del sol, de las inclemencias… Son prendas que aportan salud: hidratan, mejoran la piel.
En arquitectura, se quiere demostrar la inteligencia asociada a la técnica. El mundo digital se hace presente en los interiores. Se lleva a cabo la dinamización inusual de las fachadas a través de grafiti.
Es una mirada azul en diseño de interiores y mobiliario. Usamos el plástico. Dotamos de un aparente envejecimiento las cosas nuevas para añadirles valor. Forzamos el envejecimiento.
El azul como signo de deportividad. Unos azules son grisáceos, fríos, con partículas medias y finas. Otros azules son sólidos, más eléctricos, sobre todo para volúmenes pequeños.
Es el momento de jugar, de ser espontáneos, desinteresados e intrascendentes. Improvisamos, conectamos con lo simple, lo básico. Es una gama llena de energía cromática. Es un multicolor energético. ¡Volvamos a ser niños!
A nivel textil el color inunda la materia. Multicapas de color. Irisados. Brillos matificados. Acidulados. Aportamos toques de neón que resultan cálidos. En esta gama pronosticamos al rosa como el nuevo blanco.
Flores gigantes, exuberantes. Visión infantil en los diseños
En arquitectura, se hace un hueco a la sorpresa. El rosa se comienza a aceptar como opción para el interior. Uso de detalles que contrastan y aportan tonalidades ricas con texturas brillantes y preciosistas.
Llegan los esmeraldas y los fucsias, que dan vitalidad a un entorno doméstico. Toques de humor e ironía.
En automoción, emplearemos los negros profundos y contundentes, metalizados y sólidos. Apostamos por acabados brillantes. Amarillos sólidos que se alejan de los anaranjados.